Primeramente, confieso que soy un analfabeto en lo que a política respecta. Sin embargo, estuve siguiendo en estos días el tema de los camioneros vs. bitrenes en Paraguay. Este es un caso que me parece resume muchas cosas que podemos mejorar los paraguayos.
El caso en cuestión
Un brevísimo (e incompleto) resumen de lo que ocurrió (con links a los detalles):
- El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones aprueba experimentalmente el uso de bitrenes en un tramo de una de las rutas
- Esta resolución (que no logré encontrar en Internet) es aplaudida por diversos comerciantes.
- El gremio de camioneros se manifiesta en contra de la resolución a través de paros, bloqueos y huelgas (lo típico)
- El MOPC y los interesados en bitrenes defienden la aprobación de su uso y el usual ping pong de (paupérrimos) artículos de prensa inundan el día a día.
Mi intención en este caso NO es disuadir a nadie a favor o en contra del uso de bitrenes. En vez de esto, quiero llevar la atención al hecho de que en la avalancha de artículos publicados por los mayores periódicos del país, se hace mínima alusión a motivos reales por los cuales uno podría objetivamente estar a favor o en contra de la situación. En su gran mayoría, los artículos se enfocan en una mezcla de:
- A quienes beneficiaría personalmente permitir bitrenes, usualmente mostrando a grandes empresarios y políticos como beneficiarios directos.
- Al hecho de que los camioneros quedarían irremediablemente reemplazados y obsoletos, y lo injusto que esto es.
- Reportes de las quejas de la ciudadanía en respuesta a los paros y medidas de presión del gremio de camioneros.
- Puntos a favor defendiendo al MOPC y al uso de bitrenes.
- La potencial falta de cerveza a causa del paro (una de las noticias de todo este tema con más vistas y más comentarios).
Entre todo esto, me parece que hay puntos clave que se vuelven evidentes en la conversación (en twitter y facebook):
Primeramente, NADIE (ni el MOPC, ni los camioneros, ni el público en general) provee datos estadísticos o estudios de suelo o evidencia alguna que soporte su punto de vista:
- El lenguaje usual de un “pro-camionero” es absolutamente fatalista:
- el camionero definitivamente pierde su trabajo
- una vez más estamos “dándole todo” a los brasileros (como siempre!)
- los únicos beneficiados serán (una vez más) los políticos de turno y empresarios mega millonarios.
- El lenguaje de un “pro-bitrenes” es usualmente:
- introducir bitrenes en Paraguay es claramente la MEJOR decisión alguna vez tomada por seres humanos.
- innumerables beneficios como:
- más trabajo en el país
- mejores precios para el transporte de mercaderías
- estar en contra es claramente ser un zurdo anti progresista (de mierda).
La conversación en general
Como con toda falsa dicotomía, hechos como que esta aprobación sea experimental quedan totalmente relegados a discusiones sobre política partidaria y el hecho o no de que alguien sea “zurdo comunista” o “imperialista privilegiado”. En la realidad, dudo que la situación sea simple de resolver, y me parece que no hay públicamente disponible suficiente evidencia acerca de si conviene o no aprobar los bitrenes. La discusión actual esta claramente basada en “hechos” adoptados por ambos bandos.
El nivel de conversación en Paraguay hace evidente el motivo por el cual la corrupción es ubicua. Sencillamente, no nos preocupamos por saber la verdad. Es suficiente que los otros “pierdan” la discusión. Tristemente, esto es algo que se da muchas veces en la conversación en Paraguay, y me temo que esto da pié al “juego político” en que se toman decisiones para complacer a la población basados en opiniones sin fundamento. Basta que la conversación original (sobre bitrenes) derive a la usual conversación de “colorados vs. liberales” o “zurdos vs. imperialistas” para que el tema central quede absolutamente relegado. Es esta incapacidad de mantener la atención en lo central de la cuestión (bitrenes en este caso) lo que habilita a los mal intencionados a usar al pueblo como marionetas.
Si en lugar de gritarnos mutuamente exigiéramos datos que nos ayuden a tener un argumento real a la hora de discutir, progresaríamos una barbaridad. Si en lugar de señalar al otro intentáramos entender su punto de vista, llegaríamos al menos un paso más lejos.
Discutamos el progreso
Si el nivel de la conversación pública pudiera elevarse a discutir el tema en cuestión, estaríamos discutiendo el progreso del país. Este progreso es posible a pesar de la política (de mierda) que tenemos.